miércoles, 4 de junio de 2014

7- Torino, Genova y Milan


Estación Milán
Escapada de fin de semana para conocer estas tres bellas ciudades y recordar la morriña de vivir en una ciudad y no en el culo del mundo como decía que era Feltre una ragazza muy simpática de Torino, lo que no sabía, era que yo vivía en un pueblo con 15 veces menos población que Feltre.

TORINO
La primera parada fue Torino, la capital de la región del Piamonte. Una ciudad ordenada y muy bella. Casa de la Juventus y una ciudad con más de 35 km de pórticos repartidos por toda la ciudad. Después de una odisea tras bloquear accidentalmente el teléfono, perder a mis compis y buscar un Vodafone como loco para desbloquearlo, llegamos a la casa de Rossano, nuestro anfitrión en esta ciudad. Una persona de lo más simpática que se ofreció a mostrarnos su ciudad y contarnos alguna que otra cosa que por nuestra cuenta no hubiéramos sabido.

En resumen es una ciudad agradable, con el primer parlamento italiano, la primera calle peatonal de Italia, con 15 mercados tipo el rastro repartidos por toda la ciudad y que están abiertos todos los días y con buen ambiente nocturno (primera vez que lo veo en Italia). Una ciudad muy simpática, poco conocida para el tamaño que tiene y una ciudad para volver.
Primera calle peatonal de Italia.

Encontré situaciones curiosas como ver una iglesia abierta a la 1 de la madrugada en una plaza llena de gente joven de botellón y el cura hablando con ellos de risas. También probé carne cruda, que por aquí es algo normal pero la verdad que un par de vueltas en la sartén mejor que mejor.

A las 2:30 se terminó la noche por Torino ya que a las 7 teníamos que coger el tren a Génova. En el tren caí redondo y a las dos horas me desperté con un ángel sentado enfrente de mí. Una sorpresa agradable antes de comenzar a pasear por la ciudad de Cristoforo Colombo.

En esta ciudad se nos unió una amiga de Boadilla que vive en un pueblo cercano. Una vez asentados en el hostal fuimos al acuario, museo de la Antártida, al bigo y a la biosfera. La verdad que se le da más bombo del que creo que se merece. Tiene pocas cosas y está bastante viejo y sucio. Aunque solo puedo compáralo con el de Valencia que es muy nuevo…así que igual me paso. Pero creo que Génova tiene cosas más interesantes como para que el acuario sea la atracción principal.

Vistas de Génova desde la Lanterna
Por la tarde fuimos a ver la Lanterna, después de elegir el camino erróneo y salir por una medio autopista o algo similar del puerto. Es bonita pero sus vistas tienen mas gracia, una fábrica muy tocha que tapa el mar y muelles llenos de contenedores. Una vista curiosa para un faro tan imponente. Si alguna vez andáis por Génova no llaméis a la Laterna faro. Puedes llevarte alguna mala contestación o mirada asesina. Yo me lleve la segunda.


El resto de la ciudad pues con sus iglesias (la catedral de San Lorenzo la más destacable), casas bonitas y plazas con fuentes que tienen un color que inspira poca confianza. En resumidas cuentas, una ciudad con gracia y yates muy grandes. Al día siguiente paseamos y nos tiramos por alguna plaza antes de poner rumbo a Milán.

Fuente en la plaza de Ferrari

De esta ciudad siempre he oído lo mismo, que es el Duomo y ya. Y la verdad, es que salí encantado. Lo primero que hicimos fue poner rumbo a la casa de Alessio (un trotamundos que nos acogía en su casa el día de su cumpleaños). Una vez hecho, metro y a ver el Duomo. Muy grande sí pero poco más. Agnese subio arriba y nosotros esperamos en la plaza.
Duomo Milán
Galerria Vittorio Emanuele II
Luego fuimos a la Galeria Vittorio Emanuele II donde dimos las tres vueltas de rigor sobre los cojones del toro, que en teoría da suerte. Una vez hecho el ritual, directos al castillo. Desde mi opinión, sumándole el pedazo parque que tiene detrás, es impresionante. Lo que mas me gusto de Milan sin lugar a dudas y donde tuve que aprovechar para tomarme un cerve acompañado de Moretti tumbado relajadamente en el césped. Por la noche disfrutamos de la Expo y sus bailarinas brasileñas. También nos acercamos al cementerio y paseamos por el skyline milanés. Para finalizar, de charla con nuestro anfitrión y otras dos polacas que dormían ese día también y 5 horas después, cogiendo el tren de vuelta a casa.
Castillo Milan

















Para terminar, la foto de rigor con Moretti contemplando el castillo de Milan, acompañados de Lorenzo y la fresca hierba. :)

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