miércoles, 9 de abril de 2014

2. Comienza el currele y otra escapada de fin de semana

A trabajar se ha dicho, primero días adaptándonos al horario y a las actividades que tenemos programadas, como la preparación de los talleres de mayo, el cineforum o la jornada informativa sobre el OGM y hemos comenzado las clases de italiano, que damos en Feltre en una escuela pública. Tambien hemos metido mano en la casa, limpiezas generales y, sobre todo, ordenar la habitación de la lavadora y la despensa de la cocina. En el hall de arriba hemos montado un armario bastante grandedecillo y en el proceso se me ocurrió pintar las escaleras y el hall de los baños y habitaciones con alguna temática para dar más vida a la casa y quitarle un poco la sensación de frío que tiene. Así que ya tengo proyecto personal.

En cuanto a la convivencia con mis compañeros, pues es buena, incluso con mi compi de semi-habitación, semi porque se ha cambiado a una pequeña que hay al lado. Es el tío con más manías y más inseguro que he conocido nunca pero seguro que estos ocho meses le vendrán bien para soltarse mas. 

Otra cosa curiosa es el tiempo. En dos semanas ha cambiado tanto que, de estar dos años sin ponerme malo, es llegar aquí y una semana entera con una tos que asusta hasta a la mismísima muerte. También una moquera de regalo por ir a una caminata por la montaña nevada... Pero que me quiten lo bailado, estuvo muy bien.

El finde lo pasamos en Sernaglia della Battaglia donde estan 4 amigos haciendo su voluntariado y fuimos los de Lamon y Rovigo. El viaje comenzó en Cornuda, un pequeño pueblo a 11 kilometros de nuestro destino (Fontigo). Nos acercamos a la parada del autobús y, al ver que nos sagaban 3 euros por 11 kilometros, decidimos hacer autostop. A Damiá no le hizo nada de gracia, de hecho a la vuelta se volvió él solo en bus.

Bueno, primera experiencia en autostop, curiosa y la verdad que gratificante. A pesar de que nos dijeran que el autostop en esta parte de Italia es muy rara, he de decir que en unos 20 min se consigue a un buen samaritano. En la ida nos separamos porque 4 eramos mucho para que nos llevarán por lo que decidimos separarnos de dos en dos, chicas por un lado y chicos por otro, y el motivo de esto tiene explicación, pero os lo dejo a vuestra imaginación.

Las chicas consiguieron coche antes y las dejaron en Sernaglia mientras que nosotros estuvimos una media hora andando, pero, por cosas de la vida, llegamos antes que ellas. Nos dejaron en Fontigo. Un tío muy majo que recogía por primera vez a unos autoestopistas.  
Fue un finde de paseos en bicicleta, visita a la isola del morti (donde tuvo lugar una batalla muy sangrienta en la primera guerra mundial), visita con resaca a una granja, a unas cuevas y unas vistas del Piave espectaculares desde un antiguo búnker con un hombre muy cachondo de la zona. De las frases memorables de este personajillo me quedo con su Bunga bunga y su fratello piccolo….jajaja. Qué viejo verde tan simpatico.

También cabe mencionar la buena noche de sábado. Fiestecilla improvisada con vino y cerveza en la casa milenaria con insectos mutantes donde viven los voluntarios de Sernaglia. Y la cenita rica rica en una pizzería de la zona.

El lunes por la mañana tocó regresar a Feltre con penilla, pero muy satisfecho y con ganas de volver en verano para bañarme en el Piave.
Para cerrar esta entrada quiero dejar bien reflejado el sinsentido de hacer sonar las campanas de todas las malditas iglesias del Venetto a horas diversas y con duraciones de 2 a 30 minutos. No comprendo por qué cuando una termina empieza otra o por qué si una da las campanadas, otra suena durante dos horas como si avisara la llegada de los jinetes del apocalipsis. En definitiva, me dan ganas de dinamitarlas todas.

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